Hoy estrenamos la sección “leaders to follow” una nueva serie de entrevistas con personas que nos enseñan, motivan e inspiran, y comenzamos entrevistando a Giorgia Vulcano, Global Digital Ethics Manager en Anheuser-Busch, con experiencia como EU Privacy Counsel en Coca-Cola (Bruselas) y gran conocedora de los derechos de protección de datos y Legal Design como expresión del design thinking. ¡No os perdáis sus respuestas!
¿Cómo fue tu experiencia como EU Privacy Counsel en Coca-Cola? ¿Qué valores más importantes aprendiste durante esta etapa?
Mi experiencia con Coca-Cola fue muy enriquecedora. Entré a formar parte del equipo del DPO durante los primeros años de implementación del RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) los cuales se caracterizaron por los muchos desafíos y oportunidades que la incertidumbre regulatoria nos presentó al principio. Fue realmente un momento de fuerte creatividad y de innovación para que equipos multidisciplinares, como el nuestro, empezaran a desarrollar nuevas iniciativas y formas de trabajar, iniciando una etapa de formación profesional centrada sobre los principios de agile y de empatía en los equipos.
Uno de los desafíos más grandes a los cuales uno se enfrenta trabajando con entidades con alcance internacional es reconciliar la localización de las reglas, principios y valores entre distintos países, con leyes que buscan defender e implementar conceptos más globales. Se trata de buscar un constante equilibrio y consenso entre la necesidad de asegurar un programa de compliance consistente y el respeto a la diversidad y a las exigencias locales.
¿Crees que es relevante la presencia del abogado en materia de protección de datos en cualquier empresa?
La presencia de abogados de privacidad y de ética digital me parece imprescindible en toda empresa que no sólo aprovecha, a diferentes niveles de intensidad y desarrollo, la innovación y la digitalización, pero también para toda empresa preocupada por ofrecer a sus usuarios (da igual si son consumidores de una plataforma de e-commerce o clientes de un hotel) una experiencia positiva, humana y segura. Nuestra realidad actual y nuestro futuro se ven enfocados en el uso de datos personales y, sobre todo, en el uso de tecnologías nuevas emergentes como la inteligencia artificial y el blockchain.
Frente a esta complejidad tecnológica y al volumen de datos que se están procesando diariamente, es clave integrar en el equipo profesionales que entiendan de protección de datos personales, cybersecurity y ética.
¿Cómo afecta el legal design al trabajo diario de los abogados? ¿Crees que es una técnica que sirve para todos los profesionales del sector legal?
Para mí el legal design es una forma de pensar. El legal design se asocia mucho al concepto de visual law, es decir, utilizar elementos visuales para mejorar la comprensión de conceptos jurídicos. Es un campo que me gusta mucho ya que me parece necesario para una buena comunicación con los usuarios finales. Pero no es mi enfoque.
Mi trabajo se enfoca más en el legal design como expresión del design thinking y de los principios de agile en el campo legal. Steve Jobs decía “design is not what it looks like or feels like, design is how it works”.
El legal design es lo que nos permite ir más allá de nuestras asunciones y tendencias a ofrecer soluciones. Nos sirve para que nos enfoquemos en las causas reales de un problema y utilicemos nuestra inteligencia colectiva para resolver estas causas en las etapas iniciales de un proyecto, co-creando soluciones entre equipos inclusivos, equitativos y multidisciplinares.
El legal design no está limitado a un campo en particular de la abogacía, si no que se puede aplicar para resolver problemas jurídicos y de management de diferentes complejidades.
Ahora trabajas como Global Digital Ethics Manager en Anheuser-Busch InBev. ¿Estamos realmente concienciados de la importancia de la ética en tiempos de transformación digital?
A mi aviso, hay tres factores claves que están acompañando la actual transformación digital y son de origen social, financiera y regulatoria. A nivel social, estamos frente a un nivel de concienciación social increíblemente maduro y dinámico: son crecientes las expectativas de los stakeholders como consumidores, empleados, inversores, business partners para productos y servicios que integren estándares éticos, de transparencia y de justicia.
Una segunda área de transformación es la regulatoria. Estamos viendo una producción regulatoria exponencial enfocada en el desarrollo de los principios éticos. Lo que empezó con el RGPD (enfocado en el usuario, su protección de datos y principios, como la transparencia) y su Brussels effect (es decir, la regulación en la Unión Europea con efecto global), hoy en día se está reflejando en las propuestas legislativas y en los instrumentos de soft law que reglamentan y guían el uso de la inteligencia artificial. La recién EU AI Regulation Proposal, la propuesta para la AI Liability Directive, la China AI Regulation, las líneas-guía de la OECD, y muchos más, son un síntoma de que los cuadros normativos actuales, y próximos, están más enfocados en la integración de principios éticos, en la protección de los usuarios y en el uso responsable de la tecnología.
Finalmente, la tercera área de transformación es la referente al área financiera, junto a los informes ESG. Es decir, se está incorporando la ética digital en la estrategia de inversión. Los inversores se preocupan en invertir en negocios éticos y sostenibles, por lo que las compañías han reaccionado realizando informes ESG, métricas sobre cybersecurity, protección de datos, derechos humanos en el campo digital y el uso responsable de las tecnologías.
¿Cuáles son las lecciones más importantes que has aprendido como abogada?
El estudio y la práctica del Derecho son un mindset que se basa en los principios básicos de la convivencia social, la equidad y el consenso. Lo que se puede hacer a partir de este entendimiento es infinito y es el primer paso para construir mejores sociedades.