La temporada de submissions avanza, un año más, imparable. El pasado miércoles se cumplió el deadline para entregar varias áreas de práctica para Chambers, y a la vez, tocaba empezar a preparar las de Legal 500, que deberán estar finalizadas y entregadas antes del próximo 10 de agosto.
Para ayudarte con esta tediosa tarea, desde Venize Comunicación compartimos contigo nuestra guía con los “do´s and don´ts” que debes tener en cuenta a la hora de preparar estas submissions:
Do´s:
- Cumple siempre con la fecha de entrega.
- Presenta candidaturas todos los años: no te rindas si no sacas el posicionamiento deseado en los primeros intentos, ya que el histórico siempre ayuda.
- Limita el número de abogados que promocionas en la submission (leading individuals o rankings individuales). Céntrate en los que cumplen con los requisitos de cada directorio, ya que son los que tienen posibilidades reales de salir elegidos.
- Demuestra que la práctica ha progresado de un año para otro: refleja claramente nuevas incorporaciones, nuevos clientes, nuevos servicios…etc.
- La submission debe demostrar todo lo que incluyes en ella. Si no puedes demostrarlo, no lo pongas (ie. “somos expertos en el sector de energías renovables y luego no poner ni un asunto de ER).
- En las matters, asegúrate siempre de no utilizar un lenguaje excesivamente técnico (recuerda: los investigadores no son abogados), y destaca claramente la complejidad y la importancia del asunto.
- Una vez entregada la submission, mantén contacto con el investigador y asegúrate de que le llega las novedades más relevantes del despacho que puedas ser de interés para tu candidatura.
Don´ts:
- Renunciar a presentarte a los rankings por no conseguir el posicionamiento deseado: ese posicionamiento tarda años en alcanzarse y muy poco tiempo en perderse.
- No incluyas fortalezas del despacho si no existen.
- Resaltar aspectos de la práctica que no se pueden demostrar.
- Promover más el ego de los abogados que a aquellos que realmente han tenido un buen año.
- Proponer a un abogado para una entrevista que no tenga ganas o tiempo, ya que, en este caso, es mejor no hacerla. Muchas veces los despachos se obsesionan con que tienen que ser los directores de área los que hagan las entrevistas; alguien menos senior y con más tiempo podría prepararla igual de bien.
- Proponer abogados para los rankings individuales o leading individuals que no aparezcan en los asuntos o que no hayan dado suficientes referees. Este es un error muy común.