No queremos saber los días que nos quedan para volver a la oficina, pero no podemos vivir eternamente con un libro en una mano y un mojito en la otra.
La vuelta al trabajo puede ser dura o convertirse en un momento de felicidad. Si has podido tener vacaciones significa que tienes un trabajo al que volver y que eres afortunado.
La vuelta al trabajo no tiene porque ser una batalla campal. Dejemos a un lado eso de volver “a la trinchera”, “a luchar el día a día”, “ganarse el pan”. No tiene porqué ser tan malo. Como todo, depende de cómo se enfoque.
Esta temporada, adaptarse es la clave para que la vuelta sea todo un éxito.
Pensar en positivo, estar tranquilos, no adelantar acontecimientos, practicar nuevas actividades son algunos consejos para la reincorporación.
Los que formamos Venize Comunicación hemos recopilado cinco tips para volver “feliz” al trabajo:
- Pensar en positivo: evitar comentarios negativos, quejas y lamentos no constructivos. Provocan «ruido mental» y no aportan nada. No hay que olvidar que, según los psicólogos, el trabajo aporta sentimiento de identidad y utilidad a las personas.
- Comunicación eficaz: mantener una adecuada comunicación con todo el equipo de trabajo. Poner en común las dudas, las ideas, al tanto de los planes y objetivos.
- Fijar metas concretas: tener claro dónde se quiere llegar, siempre conectado a la realidad. Deben ser objetivos asequibles y a corto plazo, porque de otra forma solo serviría para acabar frustrado.
- Recuperar la rutina saludable: llegó la hora de olvidar los excesos veraniegos y crear una rutina de higiene del sueño, beber agua para combatir la retención de líquidos, sustituir los picoteos playeros por frutos secos y hacer ejercicio diario.
- Practicar una nueva actividad: septiembre se convierte en el momento perfecto para empezar a practicar algo nuevo. Aprender a bailar, iniciar una rutina de ejercicio, aprender un idioma extranjero… Cualquier actividad que podamos integrar dentro de nuestra rutina es buena opción, siempre que esté cargada de ilusión.
El papel de las empresas, de sus líderes y de los trabajadores es promover entre todos una cultura corporativa saludable. Es fundamental contar con objetivos y directrices claras, tanto si se apuesta por la presencialidad, por el teletrabajo, o por un híbrido entre ambos.
La llave maestra, entonces, consiste en una mayor conciencia -personal y empresarial- sobre dónde estamos, a dónde queremos llegar, y qué necesitamos para hacerlo. Así, afrontar una nueva etapa laboral de forma armoniosa y productiva es posible.